El fundador y consejero delegado de Facebook dio ayer su esperada
conferencia en el Mobile World Congress de Barcelona
El fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, se presentó en el Mobile World
Congress (MWC) con el ferviente deseo de convencer a la industria de que,
unida, puede hacer de internet un servicio asequible y capaz de conectar a todo
el mundo.
El joven directivo también ha tenido tiempo de hablar de su
multimillonaria compra del servicio de mensajería instantánea Whatsapp, del
espionaje de la NSA e incluso de si Facebook ha descartado por completo una
futura adquisición de Snapchat, con la que intentó hacerse hace unos meses.
"Después de gastar 19.000 millones de dólares (unos 13.800 millones de
euros), creo que hemos terminado por un tiempo", ha indicado, sonriente,
el fundador de Facebook.
Sin duda, Zuckerberg ha sido la estrella del congreso de móviles que se
celebra en Barcelona, rendido hoy al fundador de la red social con más usuarios
del mundo. No sólo ha llenado el auditorio de la Fira de Barcelona donde ha
expuesto su misión de conectar al mundo delante de los príncipes de Asturias.
Los asistentes del MWC que no han podido acceder al recinto seguían por
"streaming" su discurso en pantallas, ordenadores y teléfonos
inteligentes.
Zuckerberg, vestido con vaqueros, camiseta marrón y zapatillas
deportivas, ha defendido la transacción de 19.000 millones de dólares para que
Whatsapp sea propiedad de Facebook.En ese sentido, ha explicado que la compañía
que dirige comparte con Whatsapp el objetivo de conectar a todo el mundo y ha
detallado que, por su valor estratégico, "vale mucho más" que esa
cantidad.
"¿Que si me he podido equivocar? No lo creo. (...) Será un negocio
enorme", ha aseverado. Según el fundador de la red social, ambas compañías
conseguirán que Whatsapp crezca hasta lograr que la transacción resulte
rentable. Zuckerberg ha incidido en que la adquisición no se traducirá en
ningún cambio para los usuarios de Whatsapp y ha repetido que sus datos y
conversaciones seguirán sin almacenarse en servidores y que no se introducirá
publicidad en el servicio.
Ahora bien, ha admitido que la compañía fundada por Jan Koum puede
ayudar a la red social en determinados ámbitos a largo plazo, aunque no en lo
relativo a la información personal. También ha tenido palabras acerca del
espionaje de la NSA: "No es que sea genial. (...) Metieron la pata",
se ha quejado. Zuckerberg ha apuntado que los gobiernos han de proteger a los
ciudadanos, pero también están obligados a ser transparentes y que, en cierta
medida, la presión de las compañías de internet ha contribuido a que se sepa
más acerca del control que ejercen.
El directivo, que cumplirá 30 años el próximo mes de mayo, ha presumido
de tener la "aplicación más utilizada del mundo" y se ha mostrado
enérgico, en ocasiones incluso algo atropellado, por explicar que el máximo
objetivo de Facebook es conectar al mundo. De hecho, la mayor parte de su
discurso la ha dedicado al proyecto Internet.org, una alianza de varias
compañías tecnológicas para hacer que los 5.000 millones de ciudadanos que no
tienen acceso a internet puedan utilizarlo.
Conseguirlo, ha reflexionado, contribuiría a mayor acceso a la
educación, la salud y a una mejor economía. Zuckerberg ha dicho que el precio
del acceso a la red es "un problema" y por eso trata de buscar
acuerdos con las operadoras y otros actores de la industria. Su idea para
conseguir que de aquí a cinco años haya otros mil millones de usuarios conectados
a internet consiste en poder proveerles de una conexión gratuita a servicios
como mensajería, servicios meteorológicos o Wikipedia.
Fuente: INNOVA